Universidad de Barcelona. -ISSN: 1138-9796. Depósito Legal: B. 21.742-98- Vol. VI, nº 326, 24 de noviembre de 2001)
Puede verse en: http://www.ub.es/geocrit/b3w-326.htm
Autor: Ángel Martín-Serrano García
Instituto Geológico y Minero de España
Hace trece años la recién constituida Sociedad Española de Geomorfología (SEG) promovió una reunión para analizar las tendencias de esta disciplina en el mundo y su situación en España. Aquellas Perspectivas en Geomorfología, publicadas por la SEG (Monografía núm. 2), constituyeron un punto de reflexión, de encuentro, y en cierto modo de partida del viaje conjunto de unos profesionales que desde la más diversa procedencia, llevaban años de dedicación a una misma actividad, pero con poca relación entre sí y referencias fundamentalmente externas. La creación de la Sociedad en esas fechas fue fruto de una situación gestada desde años atrás. A finales de los ochenta, la Geomorfología que había ido creciendo durante décadas en el seno de los departamentos de Geografía y Geología de algunas universidades españolas, desborda ese ámbito estrictamente universitario. Y es que su aceptación social ,empujada sobre todo por necesidades de planificación urbanística y medioambiental, dan lugar a una geomorfología aplicada que crece rápida y caóticamente, pues las referencias conceptuales y metodológicas son obviamente diversas como consecuencia de esa situación dispersa. Desde esa fecha su desarrollo imparable ha continuado, potenciado por las labores de promoción y difusión de la Sociedad Española de Geomorfología. Casi tres lustros después de aquel encuentro, en un momento en que la consolidación de la Geomorfología es un hecho, con un aumento considerable de calidad y de practicantes, los geomorfólogos españoles se plantean las mismas reflexiones. Dichas reflexiones se recogen en los 15 artículos de que consta este volumen bilingüe (en castellano e inglés) que constituye la aportación española a la V International Conference on Geomorphology (Tokio, 2001).
Esta nueva monografía es una referencia documental articulada en torno a un texto fundamentalmente temático/regional que contempla los aspectos más relevantes de la Geomorfología en España. Presenta un índice flexible, con artículos que no se ajustan del todo a una clasificación temática estricta, sino más bien constituyen la respuesta a su relevancia regional y en algún caso a las preferencias temáticas de los investigadores. Probablemente esta falta de ortodoxia sea la causa que ha motivado varias reiteraciones y algunos olvidos de temas que por peculiaridad, extensión regional o simplemente por el interés investigador suscitado, deberían haber sido dignos de atención. Sobre todo, se echan de menos trabajos dedicados al paisaje cárstico, a neotectónica y a geomorfología de zócalos o macizos antiguos, pues es obvio que en este último contexto, el modelado granítico, aunque extenso y peculiar, no abarca todo su territorio.
El breve, excelente y compensado artículo con que se inicia este trabajo colectivo, en el que participan 33 destacados especialistas, expone el panorama actual de la Geomorfología en España, tanto en el contexto académico como en el profesional. Pero también nos habla de sus orígenes, de su evolución y de su generalización al campo profesional, fuera ya del entorno académico.
Geomorfología temática y regional
La parte dedicada a Geomorfología temática, casi siempre utilizada en estudios regionales, es la más desarrollada: desde el comentario general a las aportaciones colectivas o personales hasta las correspondientes revisiones temáticas que se agrupan en artículos independientes. Revisiones y valoraciones exhaustivas y profundas por las que se puede acceder fácilmente al estado del conocimiento geomorfológico en las regiones graníticas o volcánicas, en el litoral marino o más allá, en su plataforma submarina. También se incluyen trabajos dedicados a las regiones semiáridas, a la actividad fluvial y eólica, a las vertientes de nuestras montañas y a los estudios glaciares y periglaciares realizados por nuestros investigadores tanto dentro como fuera de nuestro territorio. Los suelos, que han tenido siempre una conexión especial con la Geomorfología por su especial significación en algunos contextos, por su utilidad como indicadores paleoclimáticos y más recientemente por la aplicación de métodos de datación, son también objeto de atención en esta obra.
Tras breves apuntes históricos, el artículo Geomorfología granítica en España presenta las aportaciones más importantes según una curiosa especialización de los grupos de trabajo coincidente con áreas geográficas correspondientes a los afloramientos graníticos del Sistema Central, Galicia y Cordillera Costero Catalana: caracterización y evolución de paisajes graníticos (en Madrid) y alteraciones (en Salamanca), aspectos genéticos de elementos morfológicos y formas menores (en Coruña) y cartografía (en Gerona). Como novedades más interesantes de cara al futuro se citan el valor paisajístico de estas regiones que requieren cada vez más estudios específicos y la utilización de métodos cronológicos que pueden permitir conocer edades absolutas (isótopos cosmogénicos) en las formas graníticas.
Geomorfología en paisajes volcánicos constituye, ante todo, un excelente trabajo documental centrado obviamente en Canarias. A pesar de algunos trabajos pioneros en la década de los sesenta, hasta entonces, el interés puramente geomorfológico fue escaso a pesar de la proliferación de investigaciones geológicas. La Geomorfología no se asienta hasta los años ochenta con una espectacular producción de publicaciones: primero delimitando las grandes unidades morfoestructurales que configuran el archipiélago, después estableciendo su evolución morfoclimática que demuestra claramente las consecuencias de la interacción entre procesos constructivos y erosivos. Debido al carácter insular del territorio ha surgido una línea de trabajo específica que se orienta al estudio de las formas litorales elaboradas en estructuras volcánicas en las que se pone de manifiesto la constante interferencia entre las dinámicas eruptiva y marina. Mientras que en Canarias la geomorfología volcánica se consolida definitivamente a fines de los ochenta, en la Península las aportaciones son muy escasas. Las líneas de investigación más definidas son:
-estudios de los procesos eruptivos y sus formas resultantes
-análisis del modelado y evolución morfodinámica
-estudio de las formas desde una óptica paisajística
En muchos lugares la tendencia actual se orienta hacia enfoques más prácticos, sobre todo en áreas con volcanismo activo.
El artículo Geomorfología litoral y de la Plataforma continental consta de un texto con dos partes muy diferenciadas. En la primera, excelente por organización, densidad y contenido, se destaca inicialmente el interés de la cartografía geomorfológica en el litoral, aquella incluida en el contexto geodinámico general que establece secuencias temporales para las unidades geomorfológicas y que se ha desarrollado especialmente en el sureste peninsular. Se enumeran los métodos de datación más utilizados (Th/U, K/Ar, 14C,ESR, Tl, raceminación de aminoácidos) pero también se resaltan los innumerables problemas planteados por los resultados. El estudio del registro de los cambios del nivel del mar en la costa a lo largo del Cuaternario, aunque proceden de los años sesenta, es a partir de los ochenta cuando ha adquirido importancia con el inicio de la utilización de medidas isotópicas. La revisión regional de ese registro se establece a partir de cuatro etapas principales: Interglaciares cuaternarios, Pre-último Interglaciar, Último Interglaciar, Último Periodo Glaciar y el Presente Interglaciar Holoceno; concluye con las relaciones con el cambio climático. La segunda parte que se refiere a la plataforma continental, constituye un resumen del estado del conocimiento actual bajo un formato regional que agrupa: la cornisa cantábrica y gallega; el golfo de Cádiz, estrecho de Gibraltar y mar de Alborán; el margen bético oriental y de Baleares; el golfo de Valencia y el margen catalánide; y las islas Canarias.
En Evolución reciente de los estudios de Geomorfología glaciar y periglaciar se hace un análisis por áreas geográficas con los Pirineos como principal referencia, pues es allí donde se han establecido diversos modelos cronológicos relativos sobre los que se han superpuesto dataciones absolutas ocasionales. Sin embargo los mayores avances se han producido en otras zonas que estaban menos estudiadas como Galicia y Sierra Nevada. Respecto a la investigación en general, se destacan cuatro aspectos importantes:
-existencia de una cartografía casi completa de las zonas glaciadas durante el Cuaternario
-el enfoque sedimentológico de los estudios
-los intentos de cronología absoluta
-el reciente enfoque geomecánico o geológico de la deformación de los materiales afectados por glacitectónica
Los avances logrados en los estudios sobre periglaciarismo, una disciplina que va tomando cuerpo, demuestran la importancia de estos procesos en toda la Península. Es un interés que como el del estudio de los escasos glaciares españoles actuales, va en paralelo con la presencia española en regiones frías extrapenínsulares como Europa, los Andes, el Himalaya, Norteamérica y sobre todo, la Antártida.
Las investigaciones sobre Geomorfología de zonas semiáridas se han desarrollado muy irregularmente, tanto regional como temáticamente y con la tendencia a combinarlas con estudios sobre dinámica de procesos. El sistema eólico, los suelos (en particular las costras calizas), el sistema lacustre, las áreas con cárcavas, las laderas y los sistemas aluviales y fluviales se tratan desde esta perspectiva zonal con tanta incidencia en nuestro país. Se vaticina que el futuro, como en muchos otros casos, pasa por la modelización, por la obtención de datos cronológicos y por el análisis de respuesta a los diferentes estímulos, especialmente a los climáticos. Las contribuciones recientes sobre endorreismo han sido numerosas, debido al interés de su registro sedimentario como indicador de paleoambientes, especialmente en lagunas salinas de la depresión del Ebro y de la Mancha. En otras áreas lacustres, bajo condiciones de menor aridez se han establecido evoluciones climáticas a partir de estudios polínicos.
Los estudios regionales sobre Geomorfología fluvial, tradicionalmente importantes en nuestro país, han sufrido una reactivación debido al interés actual por el cambio climático, motivada por la búsqueda de respuestas hidrológicas, sedimentológicas y por supuesto geomorfológicas a dicha situación. Probablemente por esta circunstancia ha persistido el interés por los valles fluviales y sus rellenos sedimentarios. Se indican como aportaciones interesantes en este campo los modelos de evolución compleja de terrazas fluviales del Tajo y del Ebro dominado por procesos de subsidencia atribuibles a la disolución del sustrato evaporítico. La técnica de datación más generalizada es la magnetoestratigrafía que combinada con los datos procedentes de yacimientos arqueológicos y paleontológicos permite la obtención de secuencias cronoestratigráficas bastante completas, pero también sigue dando resultados excelentes la utilización del método del Carbono 14 (14 C), muy fiable y accesible.
En muy pocos años, se han hecho aportaciones muy importantes al conocimiento de las Formas y procesos eólicos. Todas esas contribuciones recientes realizadas desde las perspectivas más diversas (cartográficas, sedimentológicas, cronoestratigráficas,..) se exponen en formato de síntesis regional agrupadas en dos grandes conjuntos: formas eólicas litorales a lo largo de toda la costa española aunque sobresalen las de Andalucía occidental (Cádiz y Huelva) y Levante; las dunas de arena y arcilla del interior de la Península, vinculadas al desarrollo de las principales formaciones aluviales de la Meseta que están localizadas en la Cuenca del Duero, en la depresión del Guadiana y en la llanura manchega. Se han estudiado tanto la distribución espacial y clasificación morfológica de las dunas como las características texturales y mineralógicas de los depósitos eólicos; recientemente se han obtenido los primeros datos cronológicos mediante técnicas de luminiscencia.
Las relaciones Geomorfología/Suelos en España casi siempre tuvieron connotaciones paleoclimáticas, y por esa línea y por la cronológica han continuado las investigaciones. En el análisis aquí realizado se destaca, por un lado los estudios de variabilidad, fundamentalmente aplicados a contextos morfológicos de unidades singulares como la Raña o a los sistemas de terrazas de los ríos peninsulares, y por otro, la utilización de cronosecuencias para la caracterización genética de suelos y para la cuantificación del grado de evolución edáfica (índices de evolución), útiles para la correlación y la ordenación de los niveles en la evolución de un sistema fluvial; en consecuencia también ha sido destacable el papel jugado por los paleosuelos como indicadores climáticos y cronológicos. Respecto al futuro, fuertemente condicionado por la evolución de las técnicas de datación (U/Th, 14C,CRN,...), se apuntan dos perspectivas principales: análisis de la evolución del relieve y la vertiente más aplicada de las relaciones suelo/paisaje.
Procesos
Los estudios de procesos geomórficos han experimentado un crecimiento considerable, coincidente con la tendencia internacional. Dicho avance que aquí se destaca integrado en muchos de los artículos temáticos, se manifiesta paralelamente a las investigaciones de nuevas áreas. Se orienta a la aplicación de diferentes técnicas encaminadas sobre todo a la cuantificación y modelización de los procesos. Son especialmente profusos en este tipo de datos el artículo sobre geomorfología fluvial y, sobre todo, el dedicado a vertientes y procesos de erosión, tema preferente en la Geomorfología española actual. Se destacan los estudios sobre erosión en áreas con cárcavas, relaciones entre la vegetación y la erosión, los efectos hidromórficos sobre el uso del suelo, y también las investigaciones sobre dinámica fluvial y paleohidrología.
Aunque el interés por la Geomorfología de vertientes y procesos de erosión se remonta a los años ochenta, hoy día es con mucho el tema de estudio preferente entre los geomorfólogos españoles. Obviamente, en Levante y en el Sureste donde los problemas de erosión son más acuciantes, se concentran la mayoría de las investigaciones. La evolución y distribución de los mismos, su metodología y resultados son magníficamente expuestos aquí. Es indudable que este tipo de estudios que ha apostado por la cuantificación ha contribuido al desarrollo de una amplia metodología, sencilla o sofisticada: colocación de estacas en el suelo para estudios de reptación y solifluxión , microperfiladores topográficos para incisiones, pantómetros para perfiles de detalle, parcelas experimentales para la obtención de datos sobre escorrentía y producción de sedimento en diferentes cubiertas vegetales y usos del suelo, y cuencas experimentales cuando lo que se pretende establecer son balance de agua y sedimento y su modelización; también otros, más experimentales, realizados en laboratorio (meteorización de arcillas, efectos de la temperatura de los incendios forestales en la degradación de suelos) o mediante simuladores de lluvia. Entre los resultados más notorios se destacan los obtenidos en regiones acarcavadas que implican a la litología, a los contrastes térmicos y de humedad, a la escorrentía y a la sufosión; los que estudian las relaciones entre la erosión y la vegetación con derivaciones a temas como los incendios y las repoblaciones forestales; los trabajos sobre la variabilidad de la erosión en los campos de cultivo, del uso del suelo y los efectos de su abandono; sobre el estado de deterioro del suelo y su restauración; aportes de sedimento hacia los embalses, etc. En fin una notoria profusión temática, aparentemente dispersa que sin embargo a supuesto el avance más espectacular dentro de la Geomorfología española.
Los avances en Geomorfología fluvial son igualmente notorios y han evolucionado hacia la cuantificación, ahondándose el estudio de relaciones entre procesos, de patrones de los canales, de la morfología de los sistemas fluviales modernos y pasados. Los progresos más importantes se han producido en conocimiento de las ramblas mediterráneas y en el de los torrentes de montaña, pero también se han abordado investigaciones sobre dinámica fluvial en cursos permanentes, tanto en sistemas meandriformes como en sistemas entrelazados o mixtos, en modelización y evolución de abanicos aluviales asociados a cambios climáticos o antrópicos e incluso relativas al transporte de sedimentos. Resultan especialmente interesante las investigaciones sobre paleohidrología que tratan de analizar y cuantificar los cambios hidrológicos a partir de depósitos aluviales y paleoformas.
También en estos últimos años se han iniciado los estudios de los procesos ligados a zonas semiáridas orientados a su cuantificación. Los procesos de meteorización en este tipo de ambientes se han centrado en la cuenca del Ebro: sobre la tafonización de areniscas, la meteorización mecánica de materiales lutíticos, y especialmente sobre disolución en yesos, donde se han analizado los procesos intervinientes en modelos evolutivos de desarrollo de la carstificación como la disolución, el piping, la subsidencia y/o colapso.
En el trabajo temático relativo al litoral se destaca el esfuerzo reciente en el campo de la dinámica costera que está prestando especial atención al transporte de sedimentos y a las modificaciones morfológicas como consecuencias directas del impacto demográfico; señala asimismo los escasos pero fructíferos estudios para cuantificar el flujo eólico de estos ambientes.
Cartografía y aplicaciones
El carácter cartográfico de la mayoría de los estudios regionales que ha promovido sin duda el desarrollo de los mapas geomorfológicos es señalado en este libro con un tratamiento exhaustivo y pormenorizado, aunque es de lamentar la poca atención que merecen aquellos otros ajenos al mundo universitario. La gran eclosión de mapas geomorfológicos básicos o aplicados de estos últimos años, promovidas o realizadas por otras instituciones publicas o privadas fuera de ese ámbito, apenas tienen una mínima referencia.
El artículo que parte de un breve análisis histórico previo a la creación de la Sociedad Española de Geomorfología, contiene una extensa exposición regional del inventario cartográfico realizado en los últimos doce años por dicha sociedad, y una propuesta de Leyenda para el Mapa Geomorfológico de España. Como dato significativo habría que indicar que a lo largo de la última década asistimos aun descenso en la producción cartográfica, aunque por el contrario han aumentado el número de mapas publicados. Mientras que las tesis doctorales que tradicionalmente han constituido un marco importante de producción ya no lo son tanto, probablemente por la tendencia a temáticas más específicas; en este contexto se comprende que los mapas geomorfológicos sean cada vez especializados. La heterogeneidad de criterios, la ausencia de leyendas unificadas, una codificación gráfica deficiente y la escasa difusión son algunos de los problemas actuales con los que se encuentra la cartografía geomorfológica española.
La Geomorfología aplicada tiene un tratamiento menor. No obstante, en todos los artículos temáticos casi siempre hay referencias a sus aplicaciones. Aparte, solo están muy brevemente señaladas aquellas que son más importantes: los Riesgos Naturales y el Medio Ambiente, aunque éste último específicamente orientado al Paisaje.
Aunque el estudio de los Riesgos Naturales es una labor pluridisciplinar, no cabe la menor duda que la aportación de la Geomorfología es indispensable al estar relacionados con procesos geodinámicos. El arranque de este tipo de investigaciones es reciente pero su desarrollo ha sido espectacular. Existen líneas de investigación muy consolidadas: el estudio de los deslizamientos, orientado a la identificación de áreas inestables y a la preparación de mapas de suceptibilidad, peligrosidad y riesgo a partir investigaciones dirigidas al conocimiento de fenómenos concretos como los mecanismos de ruptura, y de la evaluación de la peligrosidad; los trabajos sobre colapsos en sustratos salinos y yesíferos realizados en la depresión del Ebro; la investigación sobre dinámica de aludes, centrada en el Pirineo, que ha desarrollado una metodología de prevención basada en su distribución, en los registros históricos y en el análisis de datos experimentales obtenidos en campo; y las prevención y protección de inundaciones basadas fundamentalmente en estudios hidrológicos y paleohidrológicos. Otros temas han sido objeto de estudio muy reciente, es el caso de las crecidas torrenciales que han despertado el interés general a partir del desastre de Biescas y de la erosión costera como consecuencia de los temporales marítimos ocurridos hace pocos años en el Golfo de Cádiz.
La geomorfología aplicada al Medio Ambiente solo está representada por su vertiente paisajística. Se presenta como un interesante recorrido histórico que abarca las raíces mismas de los estudios fisigráficos en España con Hernández-Pacheco y Dantín Cereceda, la influencia de la geografía francesa donde destaca la figura de Tricart, el crecimiento de las ideas ecologistas, la geomorfología aplicada de las escuelas anglosajonas y, en fin, los estudios más explícitos realizados con la reciente expansión de la geomorfología en España. Concluye con que la Geomorfología cuya dinámica interfiere en el medio natural y condiciona la configuración de los paisajes, se presenta como su orientación más geográfica.
En un artículo final se pone de manifiesto el balance de estos últimos veinte años de Geomorfología en España. Se destaca el extraordinario aumento de publicaciones y la incorporación de nuevas metodologías y líneas de investigación, y también, el papel fundamental de la Asociación Española para el Estudio del Cuaternario y de la Sociedad Española de Geomorfología en su promoción y difusión. El extraordinario avance de la Geomorfología a partir de 1980, paralelo al experimentado por la Ciencia española, se achaca a la creación de nuevos centros universitarios, la consolidación de grupos de trabajo, la aparición de nuevas revistas y a la incorporación de nuevos profesionales a este campo. Temáticamente destacan los trabajos sobre geomorfología litoral, en menor grado los dedicados al glaciarismo y ambientes fluviales, y más recientemente y coincidiendo con los problemas de desertificación y degradación ambiental, los estudios de erosión.
El libro, que contiene más de 1.500 citas bibliográficas, casi todas relativas a aportaciones realizadas en las dos últimas décadas, es una estupenda e imprescindible base documental de referencia. Aunque adolece de falta de información relativa a trabajos sobre geomorfología aplicada y en general descuida todas aquellas iniciativas realizadas o promovidas por centros ajenos a la Universidad o al CSIC, es una obra de consulta necesaria y útil para cualquiera que se dedique a ésta o a otras actividades profesionales próximas. Constituye en definitiva una puesta al día, pero también un análisis profundo y minucioso de una especialidad científica consolidada y comprometida con los problemas derivados de la ocupación del territorio en España.
© Copyright: Ángel Martín Serrano García, 2001.
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