Costa de La Orotava (Tenerife)

viernes, 13 de marzo de 2015

Descubren ocho nuevos montes submarinos al sudoeste de Canarias

El equipo científico de la campaña oceanográfica "Drago 0511" ha identificado ocho nuevos montes submarinos al sudoeste de Canarias -el mayor de ellos con la altura del Teide- que son antiguas islas ahora hundidas por efecto del enfriamiento de la corteza terrestre.
El descubrimientos de estos ocho montes submarinos se suma a los cinco que se conocían hasta el momento al sur de Canarias y suponen una especie "de abuelas submarinas" de las islas, casi "una Atlántida canaria", explica en una entrevista a EFE Luis Somoza, geólogo marino del Instituto Geológico y Minero de España (IGME).
Algunos de estos montes "formaron islas, ahora bajo el agua, que se han hundido a más de 300 metros" y por lo tanto "son los antecesores de las Islas Canarias", detalla Luis Somoza.
Los montes fueron identificados por el equipo de científicos que ha realizado el estudio para ampliar la plataforma continental de España al oeste de las islas Canarias, y los descubrimientos han tenido lugar después de cinco años "de detalladas expediciones cartográficas" de los fondos marinos profundos canarios.
Este descubrimiento demuestra que este área, al sudoeste de las islas, es la prolongación natural del territorio emergido del archipiélago canario.
La cima de los montes submarinos se encuentra desde los 4.000 metros hasta los 300 metros por debajo del agua y el geólogo insiste en que son antiguas islas Canarias ahora hundidas por efecto del enfriamiento de la corteza terrestre.
En algunos casos su forma recuerda a la actual de las islas de Tenerife, La Gomera y El Hierro y según los datos obtenidos de la batimetría, los montes submarinos más grandes tienen entre 90 y 35 kilómetros de largo y los más pequeños entre 6 y 20.
Estas antiguas islas se elevan más de 3.500 metros de altura sobre las llanuras profundas que los rodean y según detalla Somoza, "desde los fondos profundos se verían parecido a como vemos el Teide desde la costa".
Los montes submarinos se han formado por el mismo proceso que las Islas Canarias, es decir, debido a un "punto caliente" debajo de las islas que genera la fusión parcial de las rocas del manto terrestre y da lugar a ascenso de magma al fondo oceánico profundo.
Una vez creados los volcanes estos formarían islas o montes submarinos que se van hundiendo progresivamente al contraerse por enfriamiento.
"Es similar a lo que le puede ocurrir a un "souflé" si lo sacamos fuera del horno de forma rápida", indica Luis Somoza, quien también puntualiza que "esto no quiere decir que las Islas Canarias se hundan inmediatamente", aunque sí lo harán con el tiempo geológico.
"Pasarán millones de años y si el "punto caliente" que las ha formado se traslada o desaparece, entonces progresivamente se irán hundiendo como sus antecesores, estos montes submarinos", explica.
Además la acción del mar irá progresivamente "enrasando" las cimas de las islas y al final "nuestros futuros descendientes podrán ver un Teide raso o la caldera de Taburiente plana. Pero esto sucederá dentro de millones de años".
Asimismo, continúa el investigador, los científicos manejan el criterio de que al tener la misma naturaleza estos montes submarinos que sus descendientes, las islas Canarias, se demuestra que esta zona es la prolongación natural sumergida del archipiélago a efectos de la ampliación de la plataforma continental jurídica española.
Añade Luis Somoza que el equipo científico ha enviado a la Comisión Hidrográfica Internacional las propuestas de 8 nombres de montes submarinos eminentemente canarios, como son Drago, Bimbache, Ico, Pelicar, Malpaso, Tortuga e Infinito y Las Abuelas.
Los nombres de los cinco montes submarinos conocidos hasta la actualidad fueron dados por sus descubridores ingleses y son Las Hijas, Echo, The Paps, Drago y Tropic.
Luis Somoza indica además que se han realizado seis expediciones científicas en el entorno de los fondos profundos canarios a bordo de los buques oceanográficos Hespérides, Sarmiento de Gamboa y Miguel Oliver.
El equipo científico ha estado compuesto por investigadores del Servicio de Geología Marina del Instituto Geológico y Minero de España, del Instituto Español de Oceanografía y del Instituto Hidrográfico de la Marina.


Artículo publicado en el periódico el Dia:
http://eldia.es/canarias/2015-02-23/15-Descubren-ocho-nuevos-montes-submarinos-sudoeste-Canarias.htm

lunes, 9 de febrero de 2015

El impacto de asteroides devastó la vida en el Sahara y se sintió en Canarias

Fuente:
http://eldia.es/canarias/2015-02-09/9-impacto-asteroides-devasto-vida-Sahara-sintio-Canarias.htm

La reciente proximidad a la Tierra del asteroide 2004BL86, al que acompaña una pequeña luna, avala la hipótesis de que el impacto de tres rocas celestes hace unos 20.000 años devastó todo tipo de vida en el Sahara y se sintió, de forma más atenuada, en Canarias, a 800 kilómetros de distancia.
El geólogo y paleontólogo Francisco García-Talavera explica en una entrevista los pormenores de su artículo "Asteroides: Impacto triple en Mauritania", que ha publicado en la página en internet de Museos de Tenerife a raíz de la reciente órbita a 1,2 millones de kilómetros de la Tierra del asteroide 2004BL86. 



Este asteroide se aproximó a la Tierra y "lo más importante, con una pequeña luna de 70 metros girando a su alrededor", lo que "encendió de nuevo en mí la lucecita roja de aviso", señala el también exdirector del Museo de Ciencias Naturales de Tenerife.
Recuerda García-Talavera que desde 1995, cuando presentó una comunicación en el VI Coloquio Eurafricano de Estudios del Sahara y Sahel celebrado en Chinguetti (Mauritania), sobre el posible origen de impacto de la conocida "y controvertida" estructura circular de El Richat, ha ido dándole vueltas "al porqué de tantos cráteres de impacto" en el citado país norteafricano.

Y ese fue el objetivo de varias expediciones científicas a dicho país llevadas a cabo en 2002, 2003 y 2007 desde el Museo de la Naturaleza y el Hombre del Cabildo de Tenerife.
Con el material meteorítico colectado y la información obtenida se realizó en 2006 la exposición "Impacto: Cráteres en el Sahara, ¿Efectos en Canarias?", en la que ya se exponía la hipótesis de un impacto triple basada "en la perfecta alineación" norte noreste- sur suroeste de los cráteres mauritanos.
Estos cráteres son los de Temimichat, de 700 metros de diámetro; Tenoumer, con 2 kilómetros de diámetro; y el espectacular Richat, de más de 40 kilómetros, al que denominaron "El Ojo del Sahara" y que fue un referente para los astronautas de los años 60 y 70 del siglo pasado.

En la última expedición coordinada por el Museo tinerfeño participaron Jesús Martínez Frías y Fernando Rull, geólogo planetario y catedrático de Cristalografía respectivamente, ambos colaboradores de la NASA y de la ESA; los catedráticos de Geodinámica Ramón Capote y Fernando López, el volcanólogo e hidrogeólogo José Manuel Navarro, recientemente fallecido; y los biólogos Lázaro Sanchez-Pinto y José López Rondón.
Francisco García-Talavera, que también formó parte de ella, relata que se recogieron 300 kilogramos de muestras que se trajeron a los laboratorios de los citados centros, y que han dado origen, tras su investigación y análisis, a cuatro publicaciones en revistas especializadas.

Los primeros resultados apuntan hacia la hipótesis del impacto triple que defienden estos investigadores "y que ahora cobra aún más verosimilitud con la presencia, cercana a nuestro planeta de asteroides de grandes dimensiones, con una o más pequeñas lunas orbitando a su alrededor".
De esta manera la hipótesis -verificada mediante un modelo físico-matemático de simulación por ordenador en la Universidad de Valladolid- se corresponde con la caída y posterior impacto, primero, de un gran asteroide de más de 1 kilómetro de diámetro (que originó el cráter Richat), seguido, a los pocos segundos, por la mayor de sus dos lunas (de unos 100 metros de longitud) que impactó a 224 kilómetros de distancia y formó el cráter Teunoumer y, finalmente, la segunda luna (de unos 40 metros), a 166 kilómetros al nor-noreste, que originó el cráter Temimichat.

El tremendo impacto de choque producido por este "tren" de asteroides (equivalente a cientos, o tal vez miles, de bombas nucleares) que, según las últimas dataciones, pudo ocurrir hace poco más de 20.000 años, con toda probabilidad tuvo efectos catastróficos en los ecosistemas norteafricanos de aquella época y su inmediata consecuencia fue la devastación de todo tipo de vida en esa región del Sahara, afirma el investigador.
"Desafortunadamente este apasionante proyecto ha permanecido ralentizado en los últimos años debido fundamentalmente a los graves problemas de inseguridad de esta zona del desierto", añade el investigador.
Francisco García-Talavera, que actualmente es asesor emérito de Museos de Tenerife, organismo del que fue presidente, confía en que "por el bien de la Ciencia" este proyecto pueda ser reactivado en un futuro próximo.